🗓️ Publicado el 24/03/2025
Los de la foto son los diputados socialistas Daniella Cicardini y Daniel Manouchehri quienes proponen suprimir el voto extranjero. Esta vez la izquierda chilena ha mostrado su verdadera cara.
La propuesta nos hace retroceder un siglo, ya que suprime el voto de los extranjeros en toda elección de carácter nacional. Exige que para que un extranjero pueda votar por un candidato a la Presidencia de Chile debe estar nacionalizado, lo que en la práctica significa anular el derecho de más de 2 millones de extranjeros.
¿Por qué tanto odio al voto extranjero?
Los que quieren suprimir el voto extranjero no piensan en el futuro de Chile, sólo están calculando electoralmente. La izquierda sabe que no obtendrá ni un solo voto de venezolanos, cubanos o peruanos. La izquierda es consciente que han formado parte del peor gobierno de la historia republicana: inflación, promesas incumplidas, jubilaciones de miseria, inseguridad y xenofobia marcarán el Currículum Vitae de los aventureros comandados por Gabriel Boric.
Y para colmo, pretenden cercenar el derecho al voto, que es un derecho humano fundamental, tan importante como la libertad de expresión, si es que no son dos ramas de un mismo árbol.
Al querer suprimir el voto extranjero, la izquierda se ha disparado en el pie, y al ver que no cuentan con los votos necesarios en el Senado no les queda de otra que seguir insistiendo en esa aberración jurídica. Total si ya están marcados y desacreditados ante la comunidad migrante deben seguir el libreto de que ¡Chile para los chilenos!
¿Quiénes deben decidir el futuro de Chile?
La respuesta es TODOS. Chile es un país que desde siempre ha estado poblado por migrantes. De hecho, se afirma que no existe una población autóctona en Chile, salvo la que reside en Isla de Pascuas: ésos vendrían a ser los verdaderos chilenos. Por lo que si nos atenemos a la historia, el resto de los que habitan este país son extranjeros o descendientes de ellos. Ni siquiera los primeros mapuches eran chilenos.
Y me viene otra pregunta: ¿los derechos pueden ser suprimidos? Y la respuesta conforme a la doctrina y a la experiencia es: NO.
Después que el Estado ha reconocido un derecho no lo puede quitar, todo lo contrario. Llevándolo al caso concreto: si en Chile desde hace más de 40 años pueden votar los extranjeros que estén avecindados por más de 5 años, de existir un cambio en la legislación, éste debería permitir votar a todo extranjero que lleve 3 o 4 años de residencia. Porque reitero los derechos son progresivos. De lo contrario en unos años más estaremos pidiendo que se traiga de vuelta a la esclavitud y suprimir el derecho al voto de las mujeres.
Conclusiones
El voto extranjero debe permanecer tal cual está. No es prudente ni legal cambiar las reglas del juego a menos de un año de las elecciones presidenciales.
Por otra parte, todo aquel que pague impuestos tiene derecho a votar en todo tipo de elecciones, porque lo que decida un Presidente o un diputado también repercutirá en la vida del extranjero. Chile está habitado por extranjeros y descendientes de ellos. Solo basta mirar el apellido de quienes nos dirigen y de los que en el Congreso vomitan xenofobia.
A la comunidad migrante les digo: OJO por quien votan, lean bien el listado de los candidatos y voten únicamente por los candidatos de derecha, especialmente en Santiago y en el norte de Chile.
Y si no hay voto, tampoco puede haber pago de impuestos. Que paguen los impuestos los «verdaderos chilenos» a ver si el país aguanta un solo día.