🗓️ Publicado el 22/05/2025
Durante los últimos cinco años ha aumentado de manera significativa los Recursos de Protección contra periodistas independientes, medios de televisión y hasta influencers. El objetivo detrás de las denuncias es violar un derecho fundamental: la libertad de expresión.
Y quienes interponen estas acciones de censura casi siempre son o funcionarios públicos o profesionales que han cometido violaciones a los derechos de terceros o que no han mantenido una buena conducta ante la sociedad. Así que ante la primera crítica interponen la acción constitucional para tratar de amordazar, cual dictadores, a los que emiten una opinión o entregan datos verídicos sobre un hecho.
Los que intentaron fusilar mi libertad de expresión
En el pasado tuve que enfrentar la represión en Cuba, los intentos de amordazar las verdades de un sistema que yo desnudaba de vez en cuando en mi blog. Sin embargo, pese a todas las presiones JAMÁS eliminé un artículo de los ya publicados.
Pero acá en Chile también he tenido que enfrentar a funcionarios, jueces prevaricadores y hasta privados, que igual han atentado contra mi derecho a la libertad de expresión.
Un abogado y líder político ya fallecido, un funcionario de Antofagasta y otros han pretendido que sus violaciones a los derechos de los demás queden impunes. Por lo general, lo que más preocupa al censor es quedar expuesto ante la opinión pública.
El censor tratará siempre de enarbolar su derecho a la honra, olvidando que su derecho colisiona con la libertad de expresión y de difundir por cualquier medio información veraz. Cabría preguntarse: ¿el ciudadano de bien debe permanecer callado ante quienes violan sus derechos, ante los corruptos, ante aquel que previamente profirió amenazas en su contra? Y por último ¿cuál es la honra que se ha dañado?
Mi caso ante la Corte Suprema
Recientemente obtuve el respaldo de la Corte Suprema quien protegió mi derecho a la libertad de expresión, cuando un funcionario público de Antofagasta pretendió que eliminase un artículo que había publicado y donde lo único que se reseñaba eran datos de su actividad y desempeño en una Corporación Municipal.
Si bien, el funcionario ganó en la Corte de Apelaciones de Antofagasta, gracias a un fallo prevaricador, apelé ante la Corte Suprema, y el 31 de marzo de este año, por unanimidad los Ministros de la Corte revocaron la sentencia apelada y establecieron que:
«Si bien es cierto, la Constitución garantiza a todas las personas el derecho a la honra y la vida privada y permite el empleo del recurso de protección para hacerlo efectivo, tal como se señala en sus artículos 19 N° 4 y 20, no lo es menos que en su artículo 19 N° 12, se garantiza también la libertad de emitir opiniones y de informar, sin cesura previa, en cualquier forma y por cualquier medio».
Y finaliza el fallo con lo siguiente: «Carecerían los Tribunales Superiores, por la vía del recurso de protección, de la facultad de proteger ese derecho constitucional afectando otro, mediante la censura, directa o indirecta, de las publicaciones que se traten».
Recomendaciones a periodistas, influencers y opinólogos
Defiendan siempre su derecho a la libertad de expresión. Que no les importen ni las presiones ni las decisiones de jueces prevaricadores. Denuncien al censor y a sus cómplices. Recuerden que gracias a gente valiente y a los propios investigadores, es que se conocen las actuaciones de funcionarios corruptos, y todo el drama humano que viven personas con alto nivel de vulnerabilidad.
La verdad nunca debe ceder al terror: esconderla es un premio al censor.

