🗓️ Publicado el 18/09/2025
Estos últimos meses han sido una pesadilla para la Universidad de Chile. Ha tenido que afrontar un proceso sancionatorio por violar el Reglamento de Revalidación afectando tanto a profesionales chilenos como extranjeros.
También, ha recibido cientos de solicitudes de transparencia, muchas de las cuales no han querido responder, alegando «reserva», por lo que he tenido que demandarlos ante el Consejo para la Transparencia: una de las pocas instituciones del país que no está minada por la corrupción.
En más de 30 ocasiones el Consejo para la Transparencia le ha ordenado a la Universidad de Chile que entregue la informacion solicitada. Entonces los «ilustres» de la abogacía han recurrido a la Corte de Apelaciones, para lograr impedir la entrega de información.
Esta gente, los de la Universidad, han olvidado que estamos en el año 2025, que ya no hay secretos, que todo se sabe y se publica, y que por regla general todos los actos realizados por un funcionario público, pueden ser revisados por la ciudadanía.
La Universidad de Chile
Pero desgraciadamente para la casa de estudios más vieja y roída del país, sus jueces amigos en la Corte de Apelaciones ya no quieren verse envueltos en escándalos por cometer delito de prevaricación. Los que antes decían que sí a cualquier disparate ahora se cuidan y no están dispuestos a dejarse arrastrar en esta ola de barro que cada día crece más.
Es por ello que la Universidad de Chile en un último intento ha recurrido al Tribunal Constitucional para paralizar momentáneamente la demanda que ya estaba por verse en la Corte de Apelaciones De Santiago. Solicitaron suspensión mientras se viera su lloriqueo en el TC.
Pero este martes el Consejo para la Transparencia les ha dado una paliza judicial al evacuar su informe que pide se declare inadmisible la pretensión de la Universidad de Chile y me sean entregados los mensajes que vía correo electrónico se enviaron desde el Decanato hacia la Prorrectoría y hacia la Facultad y viceversa.
Muy pronto pienso contar con toda esa información que ha sido ocultada de manera ilegal.
Mientras tanto, en la Superintendencia de Educación Superior avanza la redacción del dictamen que debe sancionar a la Universidad de Chile. Los dos cargos que se le imputan han quedado debidamente demostrados.
Comparto con ustedes el Informe del Consejo para la Transparencia ante el Tribunal Constitucional.
Mis felicitaciones al abogado cubano. Ha puesto en su lugar a la Universidad de Chile.
Algo muy malo deben decir esos correos cuando no los quieren publicar.
La Universidad de Chile dejó de ser lo que era, hoy es un n ido de ratas, de apitutados, comunistas, fachos, todo lo malo está allí. Actúan con la benevolencia de este gobierno, menos mal que ya el Boric se va
Buen trabajo Ernesto