🗓️ Publicado el 06/07/2025
Algunos miembros de las Fuerzas Armadas de Chile se dedican a traficar drogas. Gracias al periodismo independiente y a la ciudadanía que denuncia estos casos podemos conocer los detalles. Pero esto no es nuevo, ya desde tiempos de la dictadura se vienen conociendo casos de corrupción tanto en las Fuerzas Armadas de Chile como en la Fuerza Aérea.
Y nada tiene que ver conque organizaciones criminales hayan penetrado a las angelicales Fuerzas Armadas de Chile. Este argumento solo pretende culpar a terceros internacionales de la corrupción de los nacionales. El germen está dentro. No busquemos culpables en Venezuela o Ecuador. Se trata de una crisis estructural.
¿Qué hicieron ahora las Fuerzas Armadas de Chile?
La Fuerza Aérea de Chile (FACH) confirmó que cinco funcionarios de la Primera Brigada Aérea de Iquique fueron descubiertos trasladando una sustancia ilícita a Santiago.
“Los cinco involucrados fueron puestos a disposición de la justicia y privados de libertad”, agregaron.
Para concluir, desde la FACH señalaron que “la Institución rechaza categóricamente este tipo de hechos, reafirmando su compromiso con la probidad, la disciplina y el cumplimiento estricto de la ley, y continuará colaborando con las autoridades para su total esclarecimiento”.
La solución
La verdad no creo en estas declaraciones. Son décadas de escándalos y no hay gobernante que le ponga el cascabel a los corruptos.
La solución pasa por darle un verdadero trabajo a las fuerzas del orden. ¿No son militares? Entonces el gobierno de Chile debería enviarlos como apoyo a las tropas de Ucrania para que cumplan con su misión y se ejerciten. Las Fuerzas Armadas deberían estar apoyando a los pueblos oprimidos en su lucha contra los regímenes totalitarios. El Medio Oriente es el mejor lugar para los miembros de las Fuerzas Armadas chilenas.
Ya basta de tanto ocio. ¿Hasta cuándo los ciudadanos les vamos a seguir pagando el salario a estos holgazanes?
¿En qué manos estamos? ¿Quiénes nos representan? ¿Quiénes son los que cuidan de nuestra seguridad?